Bueno aquí estoy para ofreceros otra entrega de mi colección de personajes caídos en combate para el recuerdo. Esta vez nos trasladaremos a mundo de tinieblas, en concreto a una partida de vampiro la mascarada, la verdad no recuerdo muy bien de que trataba la partida pero lo que no olvidare es lo que sucedió en ella. Compartía grupo con otros dos vástagos, un Gangrel y un Ventrue y yo tenía un Ravnos, el caso es que esa sesión en concreto el Ventrue no pudo asistir así que mi compañero y yo por motivos de la partida que no recuerdo tuvimos que tomar un vuelo que no olvidaríamos. El caso es que en el vuelo viajaban unos terroristas que habían colocado una bomba en él, la cual localizamos en uno de los aseos, y mi compañero Gangrel solo se le ocurrió sacar garras y arrancar la bomba de donde estaba anclada, solo que junto con la bomba se llevo parte del fuselaje y salió volando, creerme fue muy afortunado.
El caso es que yo me quede en el avión que debido al agujero en el casco se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en un bosque que no termino de salir bien del todo y del que muy pocos salieron con vida, aunque mal parado conseguí sobrevivir al accidente. pero no termina aquí la historia ya que el avión por supuesto comenzó a arder y me vi obligado a escapar al bosque a escasos momentos del amanecer, sin protean tuve que hacer gala de mi supervivencia e ingenio para sobrevivir al día en pleno bosque, al día siguiente intente volver al lugar del accidente pero ya no había nadie así que me dirigí hacia donde creía que quedaba la ciudad, hasta que finalmente di con una carretera y tras un buen rato de deambular por allí conseguí subirme a un autobús. Desgraciadamente luego me di cuenta de que mi mala suerte no había hecho más que empezar, cundo tras media hora de trayecto el autobús se detuvo por que había un cuerpo tirado en medio de la carretera, que resulto ser un Samedi que tras cargarse al conductor decidió seguir conmigo y como no iba ya suficientemente apaleado uso esa bonita disciplina Tanatosis sobre uno de mis brazos, así que tras un combate del cual salí con vida de milagro y con un brazo hecho puré continúe mi camino a la ciudad, y conseguí llegar a un hotel poco antes de que amaneciese donde refugiarme, otro error, ya que el hotel justo esa tarde y antes de que anocheciera sufrió un incendio, que me obligo a bajar al sótano aun con las ultimas luces del día lo cual supuso os aseguro una tarea ardua y tortuosa, una vez en el sótano y con el hotel ardiendo esperé a que anocheciera par salir por una salida a la parte de atrás donde curiosamente había un grupo de Sabbat y si aquí termina mi historia. Y la verdad que doy gracias por ello por que vaya pedazo de Dragón el Máster de las narices, obviamente en esta partida también desarrolle dos nuevas fobias una a los Ravnos que desde entonces no he vuelto a llevar y otra al pedazo de toca dados que hizo la partida que afortunadamente no volvió a dirigir. (al menos para mí)
Por cierto si os preguntáis que paso con el Gangrel, pues bien os lo diré, tras salir volando del avión perdió el sentido y cuando se levanto estaba en una especie de guarida de un hada la cual le rescato y cuido y que lo último que le falto es que le hiciese una limpieza de bajos, tras lo cual lo llevo sano y salvo a la ciudad al refugio del príncipe (Échale dados al asunto, espero que entendáis mi rencor…)
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