Continuidad en la partida

Cuando empezamos una crónica tanto del lado del máster como del jugador, por parte de ambas partes, supongo que lo que esperamos es cierta continuidad en la partida. Algo en apariencia tan fácil es más difícil de lograr, dado que en grupos de roleros veteranos la disponibilidad es menor y cuanto mayor sea el grupo de jugadores más difícil es conseguir que la mesa acuda al completo.

Ante este panorama se me plantea una duda, ¿qué hacer ante la falta de algún jugador?

Tanto la opción de continuar la crónica como posponerla a la espera del jugador tienen sus pros y sus contras .A favor de seguir la crónica está que esta avanza y no se rompe ni el ritmo ni la trama de de la partida. El problema de continuar es que un personaje se quedará algo descolgado, lo cual en principio no es un problema si solo pierde una sesión, pero el grupo quedará mermado y ya me ha pasado en anteriores crónicas que han faltado jugadores en alguna sesión clave lo cual debilita al grupo, ya que cuando preparamos la sesión de juego contamos con un número determinado de jugadores y perder un miembro del grupo puede hacerles más vulnerables a ciertas situaciones. Y luego además se plantea otra pregunta, si los jugadores reciben alguna recompensa especial durante esa sesión (no estoy hablando de px sino de alguna otra recompensa relacionada con la trama de la partida) ¿habría que hacerlos partícipes de esa recompensa?

A lo largo de las partidas que he jugado o dirigido hemos probado varias formulas;

-           Llevar al personaje como pnj: la ventaja obvia es que el grupo no se debilita, el jugador al participar aunque sea como pnj tiene derecho a recibir recompensa de esa partida. El problema es que al estar presente en la partida también corres riesgos y puedes perder a tu personaje o que este sea perjudicado de alguna forma sin tu participación.

-          Obviar al personaje durante esa sesión: mediante alguna excusa de la trama ausentar al personaje durante una sesión, plantea el problema citado antes de perder la recompensa y que el grupo quede mermado, aunque también te evita problemas., Lo bueno es que el ritmo de la partida no se resiente, la pega es que ese jugador en concreto si puede experimentar cierto retraso con el resto del grupo y según la importancia de la sesión andar un poco perdido respecto a la trama a su regreso.

-          Parar la partida: lo bueno es que todo el grupo puede continuar la trama principal, pero el ritmo de la partida se puede resentir y perder el hilo de esta. Con un par de semanas sin jugar es fácil perder el ritmo y la trama de esta y luego cuesta recuperar el ritmo, además si esto se repite mucho el problema se agrava cada vez más y además esa semana, se quedan todos sin rol.

-          Crear una sub-trama, un desvío para mantener a los jugadores entretenidos y ocupados durante una sesión, sin implicar al jugador que falta pero sin continuar la historia principal, lo cual cuenta con la ventaja de no perder ritmo de juego, mantener a los jugadores metidos en la partida y evitar que ningún jugador pierda sesiones importantes en la historia principal. Lo malo es que esto solo se puede hacer si surge el momento idóneo y ocasiona trabajo extra para el máster, ya que este desvío ha de resultar creíble y encajar en la historia para no afectar el ritmo ni la credibilidad de esta.

-          Hacer una sesión breve de otro juego, o que otro miembro del grupo haga una sesión de otra cosa. Lo bueno es que al menos esa semana sigues jugando la aprtidita de rol, lo malo es lo mismo que si parar la partida, pérdida de ritmo de partida y de la trama de esta y que luego cueste reengancharse.

No sé qué opción os resulta más apropiada o que soléis hacer en vuestras partidas, ya que este es sin duda un problema que nos afecta a todos y aun habiendo probado todas las soluciones posibles aún no hemos dado con la solución idónea y dado que cada jugador opina una cosa, será difícil llegar a un acuerdo por lo que creo que es decisión del máster decidir el método de actuación.