Preparación e Improvisación.

Cuando nos disponemos a preparar una partida en mayor o menor medida solemos realizar los típicos preparativos para poderla desarrollar correctamente, y aunque hay algunos elementos básicos que siempre suelen estar presentes es prácticamente imposible dejar todos los cabos atados y prever todas las situaciones por lo que siempre surgen momentos en los que la improvisación es fundamental.  Dependiendo del tipo de partida podemos suponer que la improvisación jugará un papel más o menos importante, ya que un dungeon dejará poco margen a la improvisación por estar previamente diseñado no hay demasiados elementos que puedan escapar a nuestro control, pero una partida que se desarrolla en una ciudad es un perfecto ejemplo de una situación en la que la improvisación toma un papel fundamental, ya que supondría un trabajo descomunal diseñar toda la ciudad por completo, sus habitantes, tiendas y demás, por lo que se suelen describir las zonas, negocios o personajes principales. Pero algunas veces  los jugadores pueden salirse del guión buscando información, haciendo algún trato, realizando algún trabajo o cualquier otra cosa, que sería algo completamente normal pero que no podemos prever en su totalidad y que tampoco podemos evitar realizar a los jugadores por el hecho de que no esté preparado en nuestro esquema  por que restaría veracidad y realismo a nuestra partida. Obviamente la improvisación no juega  el mismo papel en una partida corta en la que simplemente  nos vale con salir al paso para volver al rumbo de esta y finalizarla que en una campaña donde si no tenemos cuidado podemos modificar o influir en la trama principal de esta.

El problema de la improvisación radica en que  no puede romper el ritmo de la partida, diferir con el ambiente o hacer descender  la calidad de la partida en estas fases y el jugador no debería ser capaz de diferenciar que parte está planeada por el máster y cuál es improvisada para que no pueda sacar partido de ello.

Obviamente hay gente que se suele desenvolver mucho mejor en esta tarea y otros que se atascan un poco más, con el tiempo es algo que se va mejorando pero a lo que todo máster se tiene que enfrentar. Ya que es algo inevitable tenemos que asegurarnos de estar preparados de alguna forma , como os comenté en una campaña es donde más riesgos corremos a la hora de improvisar, y ya que el intentar cubrir todas las posibilidades a lo largo de una campaña supondría un trabajo imposible para el máster lo que suelo hacer es centrarme a la hora de crearla en una trama principal sólida y contemplar la posibilidad de varias subtramas o posibilidades que pudieran surgir pero que de momento solo sean eso, posibilidades, introduciendo algunas durante el desarrollo de la partida y dejando otras a la espera de forma que si surgen algunas situaciones o giros tenga algo que utilizar, usando una especie de esquema en árbol para nuestra partida en la cual la trama principal seria el tronco y nuestras subtramas de reserva se puedan ir ramificando para ir abarcando otras posibilidades, de forma que si creamos una subtrama tengamos siempre previsto algunas posibilidades y nos aseguramos de que encaja con el argumento principal de la partida. Tampoco es necesario desarrollarlas de forma completa pero sí tener una idea general de cómo encaja en nuestro esquema y si surge tengamos una pequeña base sobre la que improvisar.

Cada uno tendréis vuestros trucos o métodos a la hora de improvisar pero es una situación con la que nos toparemos siempre y que tenemos que solucionar de la mejor forma posible, que % de improvisación y preparación es algo que depende de cada máster y de cada sesión, así que armaos de valor y que no vean el miedo en vuestro ojos ya que la mejor improvisación es aquella que no lo parece.